Guadalupe Carrillo
La
semana pasada encontré un artículo del escritor venezolano Héctor Torres al que
admiro por su prosa sensible y la
belleza de su palabra. El artículo se titulaba “Elogio a la Soledad”. En él
Torres se define como un solitario irredento que ha encontrado desde su niñez
pasión por la soledad. Por los beneficios de una soledad bien llevada que nos
permite reconocernos en nuestro interior y alcanzar esa paz que siempre
buscamos.
Es un bello texto cargado de comprensión, de
mirada compasiva hacia el mundo. Sin embargo en él no se habla de la soledad
accidental, aquella que nos viene sin buscarla y que muchas veces trae pesadumbre:
la soledad que convocan las pérdidas, las rupturas, o una larga vida que nos va
arrebatando amigos, hermanos, familia. Con ella hay que lidiar de otra manera,
pero para bien o para mal, ocurre que nos enfrenta con nosotros mismos. Podría, pues, convertirse en ademán de serenidad en la
medida en que veamos en ella una oportunidad para encontrar nuestras
contradicciones, nuestros miedos ancestrales y doblegarlos.
Siempre he sido “amiguera”. Adoro el
contacto afectivo: convivir con amigos, con la familia, con mis estudiantes de
la universidad, con mis mascotas, pues como bien dice Antonio Machado, “un
corazón solitario no es un corazón”. Sin embargo cuando busco la soledad fructífera, ella me viste de
sosiego; me sumerge en aguas apacibles y me permite tocar el equilibrio
interior. En la soledad entiendes la finitud de tu aliento, mides los centímetros
de tu humildad, los agrandas.
En la soledad arranca la creación: un
artista siempre la sentirá su aliada. Y
lejos de asumirla como algo inevitable, la disfruta, es agua mansa; caricia
quizás. Que la soledad no sea corrosiva, que vaya contigo, lector, a mostrarte el horizonte nítido de tu vida.
GRACIAS POR COMPARTIR DOCTORA, ESTE TEXTO ES MUY RECONFORTABLE SOBRE TODO PARA AQUELLAS PERSONAS, QUE COMO LAS ÁGUILAS VOLAREMOS SOLAS. GRACIAS
ResponderEliminarGRACIAS POR COMPARTIR DOCTORA, ESTE TEXTO ES MUY RECONFORTABLE SOBRE TODO PARA AQUELLAS PERSONAS, QUE COMO LAS ÁGUILAS VOLAREMOS SOLAS. GRACIAS
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