martes, 13 de mayo de 2008

En memoria de mi maestro Basilio Tejedor

Hace unos días encontré un poema de Arquíloco de Paros; ese griego que en el 680 antes de Cristo escribió estas hermosas líneas que tienen tanto de valor, humildad y valentía (nunca están reñidas estas tres virtudes). Lo transcribo recordando la memoria de uno de esos pocos Maestros que nombramos con mayúsculas porque nos enseñaron a ver la vida con pasión y con mucho de humanidad. A Basilio Tejedor estas palabras que él me mostró una vez y que no he dejado nunca de recordar:

"Corazón, corazón, si te turban pesares invencibles ¡arriba!, resístele al contrario ofreciéndole el pecho de frente.

Y al ardid del enemigo oponte con firmeza.

Y si sales vencedor, disimula, corazón, no te ufanes, ni de salir vencido e envilezcas llorando en casa, recuerda que en la vida impera la alternancia".

De burocracias y otros menesteres

Transmitir el conocimiento, leer, entender mejor el mundo, adentrarse a él sin miedos ancestarles...es lo que, quizás, muchos deseemos hacer a lo largo de nuestra vida. El azar, la buena suerte o como quiera llársele me permitieron encontrar un espacio en ese mundo de la Academia que tanto aprecio pero que cada día se contamina más de basura que no le corresponde, que perfila en ella una silueta distorsionada y gris.



Vales, sabes y ganas en la medida en que acumulas cartones que dicen de un curso, conferencia o taller que aparentemente llevaste a cabo. Más aún, estás presente laboralmente hablando si, y sólo si firmaste en la mañana, al mediodía, en el comienzo de la tarde y al finalizar la misma. No importa si firmaste, entraste a tu cubículo y te reclinaste a dormir una buena siesta, o si, lúdicamente, utilizaste tus horas frente a la pantalla de tu computadora viendo una película, chateando o navegando en la red. La productividad del académico que marca en definitiva su buen nivel, y en consecuencia, el de la Universidad pareciera estar en un octavo término.



El último oficio recibido nos indicaba con lujo de detalles cómo tendríamos que actuar en las quincenas...creo que el próximo oficio nos mostrará el diseño del nuevo uniforme...pobre academia, qué será de ti si nuestra burocracia no cambia.