martes, 2 de julio de 2013

A propósito de "Sito", de Carmen Virginia Carrillo


Guadalupe I Carrillo  


 Los avances tecnológicos nos permiten tener acceso a algo que siempre había sido monopolio y capricho de las editoriales y las instituciones académicas: las publicaciones de libros. En esta ocasión el ebook nos permite tener la libertad de publicar de forma independiente y eso es lo que ha logrado mi hermana Carmen Virginia. Publicó su cuento   Sito en el ibook de mac.



 Aunque se trata de un solo cuento, tiene la virtud de la fascinación no solo por el relato como tal, sino también por las ilustraciones que lo acompañan, que son hermosas y le imprimen un afortunado añadido a la ternura de la que ya goza el texto. Los colores vibrantes de cada imagen le otorgan aún más alegría a las palabras.

El día de ayer, primero de julio el escritor Mario Szichman publicó en su blog (marioszichman.blogspot.com) una reseña al cuento de Carmen titulada “Están autorizados los adultos a escribir cuentos para niños?”. En ella describe algunos detalles del cuento pero sobre todo define con la mirada incisiva del extraordinario narrador que es, la valía del cuento.

Sito es el amigo de la infancia de Carmen, que probablemente era un joven de unos 16 años cuando mi hermana tenía solo 4 años y comenzó la amistad. Pero esta se tornó eterna gracias a las coincidencias en el carácter de ambos y a la condición de minusvalía del amigo que contaba con un pequeño retraso. Nos dirá Szichman: “El acierto de la narradora es confrontar dos seres vulnerables y cotejar sus desamparos sin la intervención o las admoniciones de un adulto”. Efectivamente, es un cuento infantil en el que la autora se desprende de su adultez para participar desde la mirada de la niña que se siente maravillada con la presencia de su amigo grande y a la vez niño.

   A la historia de los amigos se añade la de la añoranza. Todo esto ocurre en la ciudad de origen de mi madre: Vigo, España, hace ya varias décadas, cuando todo era pequeño y armonioso en esa ciudad puerto: sus calles, muchas de ellas empedradas, como lo recuerda Carmen Virginia en el cuento. Los vecinos que siempre nos trataban como si fuéramos de la familia, los tíos que lloraban al vernos en el aeropuerto, al abrazarse a mi madre…recuerdo que siempre me desconcertaba el por qué del llanto si estábamos llegando y todo debía ser felicidad. Olvidaba que estaba en Galicia y la sangre celta es por definición sentimental, afectuosa; expresan el amor con libertad, te besan y abrazan con soltura, en tono de celebración.

   Como bien lo recuerda Carmen Virginia, las visitas a Vigo eran prolongadas porque el motivo central estaba en ir a convivir con la abuela Manola. La madre de mi madre a quien ella veneró y a quien extrañó hasta el último día de su vida.

  Szichman además incluye una entrevista a la autora en la que indaga en las razones de la escritura, en el por qué elegir una historia para niños y desde la niña que era en aquel entonces CarmenVirginia. El escritor cierra su comentario, advirtiendo: “No voy a revelar el nostálgico final. Lo he leído tres veces y siempre me ha emocionado. Por lo tanto lo pasaré por alto. Solo puedo decir que clausura el relato de manera armoniosa. Y lo más importante, sin dar golpes bajos al lector”. Efectivamente, Sito es nostalgia y es también nobleza, ingenuidad, y sobre todo, es la felicidad infantil que se define por el simple deseo de jugar y vivir. Gracias, Carmen Virginia, por brindarnos ese pedazo de raíz que es para nosotros Vigo, la abuela, la madre.

1 comentario:

  1. Tengo que leer este cuento! Que interesante lo que comentáis y las ilustraciones son hermosas

    ResponderEliminar